"Toda buena accion recibe su merecido castigo"

sábado, 20 de mayo de 2017

Esta que publico hoy es la  VERSION ORIGINAL de la saga de los "Cuentos de Roberto Garcia". 
Es la primera que escribi hace unos quince años, y estaba perdida. Fue recuperada gracias a que se la envie por mail a una amiga...que tuvo la gentileza de devolvermela ahora para poder publicarla!


LA HISTORIA DE GARCIA - ORIGINAL

                                                             
PRIMERA PARTE


PROLOGO

Todo el mundo conoce a algún hinchapelotas, pero yo me siento muy orgulloso,  conozco al mayor hinchapelotas que haya existido jamás. Y esta es su historia, o tal vez solo parte de la historia de la vida de un gran hinchapelotas que se llama Roberto Segundo García. La suya es una historia muy extraña, compuesta solamente por sus anécdotas sueltas que he conseguido recopilar, tomando unas de acá y otras de allá…

Realmente es a la vez un personaje muy extraño y también muy común entre nosotros los argentinos. Tal vez parece extraño porque el junta sobre si todos los defectos que los demás tenemos por separado, algunos uno, otros otro, pero el realmente parece que los acapara a todos juntos. A esta altura el pobre lector estará casi confundido, o querrá saber mas sobre como es nuestro héroe (héroe, que tome para el desayuno????).

Físicamente podemos decir que es impresionante, es bajito (un metro cincuenta de alto), gordito (unos escasos 150 kilos), tiene como las modelos, 90 de cadera (pero 90 centímetros de culo ancho), tanto que le da trabajo pasar por las puertas, y no justamente por la altura!. Con cuatro pelos locos en la cabeza, el niega que es casi pelado,  dece  que lo que  ocurre es que tiene pelo “rubio transparente”, por eso no lo vemos!. Como buen supergordo, camina balanceándose como un pato sobre sus piernas cortitas.

Según su propia opinión, es una persona muy instruida. Fue quince años a la escuela (primaria, lógico), pero jamás paso de segundo grado. Tuvo un “acomodo” con la maestra, que en realidad se canso de verlo diez veces seguidas en primer grado y lo hizo pasar a segundo, de paso tomo venganza de la otra maestra que le había robado el novio.

El pobre se crio en el Hospicio de Huérfanos, nadie quiso adoptarlo, y así cuando cumplió los 21 años las monjitas lo echaron a patadas en el culo, claro, ya lo habían intentado antes pero la ley, no la falta de ganas, no les permitía echar a la calle a un menor. En la escuela le gustaban las matemáticas, aprendió a contar bien hasta 3, con dificultas hasta 6 y con mucha dificultad hasta 9, nunca hasta 10 porque total el cero no vale nada.

Para leer, tiene todavía mas problemas que para contar, solo lee algunos carteles, y en general mal. Una vez vio un cartel COCHERIA, creyó leer “chopería”, entro, se sentó sobre un ataúd y pidió una cerveza bien fría!.

Pero esto es solo una muestra, ya leeran cosas peores!

Cuando lo conocí debía tener cerca de setenta años y decia ser “solterito  y sin apuro” (algunos lo llamaban viejo solterón, y otros gordo puto, depende de la versión que cada uno escuche). El sostiene que tiene 28 años (parece ser que fue el ultimo cumpleaños que le festejaron), que es alto y atlético y que las mujeres lo persiguen y se vuelven locas por el, o sea una especie de Brad Pitt criollo.

No trabaja, o lo hace tan poco y disimuladamente que nadie se da cuenta, y vive de la caridad pública. Se lamenta que por “solterito”, no puede entrar a ningún plan social del gobierno, pero lo intento varias veces mintiendo sobre una familia inexistente.

Vive y duerme según la temporada en distintos lados: a veces en un rancho de una villa (cuando no le roban las chapas), a veces en alguna iglesia (pertenece a no menos de 7 religiones, o sea a todas las que en algún momento le dieron asilo, comida, ayuda o algún religioso que lo quiso violar).
Otras veces, para mi desgracia, se queda a dormir en mi casa (en el garaje, echando a las perras de su cucha). O también, aunque ustedes  no lo crean, en alguna tumba vacía del cementerio,... bueno por lo menos yo siempre preferi imaginarme eso de  vacía.

Pese a que nos lleva por lo menos 20 años, insiste en llamarnos “mamá” y “papá”, para nuestro disgusto, y encima le cuenta a todo el mundo que, como por pena lo dejamos quedarse en casa, lo “adoptamos del hospicio.

Su teoría por la que soy su padre, es que los dos nos llamamos Roberto, para el no es ninguna casualidad, es que al nacer lo llamaron con el nombre de su papa (o sea este pobre infeliz: yo).

A esta altura ya se habrán dado cuenta que es un charlatán de cuarta (o de feria, o de primera, como les guste).

Eso si, tiene un solo y pequeño defecto para hablar (o será también para pensar?), es gangoso, por eso la mayoría lo llama “El Ganga”, aunque el jamás entendió por que.

A esta altura, estimado lector, ya ni usted ni yo sabemos si semejante personaje es real o imaginación de una mente torturada y alucinada, así que como decían en el circo: “Señoras y señores, pasen a leer la historia mas increíble jamás escrita”


 COMO LO CONOCIMOS

Me acuerdo que era una tardecita de invierno, muy fría y destemplada, estábamos con mi esposa en casa mirando televisión y tomando unos mates,  cuando escuchamos unos tímidos golpecitos en la puerta de calle y mis perras empezaron a ladrar.
 Cosa rara, últimamente he observado que cuando alguien golpea, en vez de ladrar se quedan muy calladitas, será porque los animalitos tienen miedo que aparezca otro Roberto García ?
Bueno, me dejo de suposiciones y sigo con la historia. Se levanta mi esposa de mala gana y va a atender la puerta. Abre la mirilla, y se encuentra con el extraño personaje: un jovato gordo y sucio, mal vestido para el frio de ese día, con cara de perro mojado y apaleado, sosteniendo en su mano un ridículo ramito de flores marchitas, que le dice:

-Buena tadde doña, no me compdadia un damito de flode? Nada ma´ que un peso doña, que si no le yevo la pdata, mi pdimo que me manda a vendela no me va a da de come y me va a hace dodmid en la vededa, pod favod señoda….

Y la pobre, en vez de cerrarle la mirilla en las narices, se las compro, compadecida por ese triste personaje, aunque pagar un peso por ese ramito de flores mustias era una burrada, pudo mas su sentido humanitario.

Al dia siguiente, mas o menos a la misma hora… - TOC  TOC  TOC  - otra vez la puerta igual que ayer. Va ella, abre la mirilla, y ahí esta otra vez el gordo con otro ramito todavía mas marchito que el anterior.

-Buena noche señoda, uste que e’ tan buena, compdeme otdo damito pod favod!!
- Pero si ya lo ayude comprándole uno ayer
-Compdemelo  podque si no mi pdimo me va a pega´de nuevo, pod favod doña..
-Bueno, está bien, pero mire que es la última vez. Aquí esta el peso buen hombre.
-Mucha´ gdacia señoda, mi nombde e´ Dobeto Segundo Gadcía, que Dio la bendiga!
-Como dijo?. Dobeto Gadcia?. Es Roberto García, cierto?
-Si señoda, y yo que dije?. Pedo lo de Segundo mejod no se lo cuente a naides. Adgún día cuando seamo´ má amigo a lo mejod le cuento.

La pobre se siente mal porque cree que el pobre hombre pensó que se estaba burlando de su forma de hablar y no se anima a decirle que no tiene ningún interés en ser “mas amiga”. Pero que va, si a esa altura el desgraciado ya se estaba burlando de nosotros!.

Habrán pasado no más de dos días, y otra vez los golpecitos en la puerta. Sospechando que sea él de nuevo, salimos los dos juntos a la puerta de calle, y efectivamente ahí estaba el susodicho.

-Buenas noches Roberto- le dice ella. – Este es mi esposo, que también se llama Roberto igual que usted. Que lo trae por acá?. No vendrá a venderme flores de nuevo, no?.

- Buena´ noche señoda, come le vá señod?, no venía pada agdadecedle pod la flode que me compdó. Que casualidá lo dó somo Dobeto, no sedemo padiente?

-No, seguro que no porque mi apellido no es García- Me apuro en decirle-
-Ah, pedo yo me cdié en el hospicio, no sé cual e´ mi veddadedo apeyido-
-No importa, seguro que no somos parientes, porque nosotros conocemos a TODA nuestra familia y parentela- Le recalco como para que le quede BIEN claro.

-Bueno, no impodta ahoda, podque yo venìa a ofdecele un gdan negocio señoda…
- Que clase de negocio?- Preguntamos a dúo y casi gritando
- Un abono pod flode.  Uté paga nada má que tde peso por semana y yo le tdaigo un damito de flode todo lo día, de lune a viedne.
-No, no no no, no lo necesito- le responde mi esposa, pero se nota una pequeñísima duda en ese ultimo "no"...

-Pod favod!. Que mi pdimo me vá a echá a la vededa si no le consigo lo abono!. Y apadte uté no piedde nada, podque la flode le asegudo que se la voy a tdaed. Se lo gadantizo yo Dobeto Segundo Gadcía. Compdemelá, podque con el fdio que hace me voy a modí dudmiendo en la vededa!.

-Y usted Roberto, donde vive ahora, con su primo?
-Y… má o meno doña, el me deja dodmí en el gadpón de la fdodedía. Me encieda con yave adentdo pada que le cuide, y yo duedmo en uno tabdone, tapau con diadio viejo…
-Queda encerrado toda la noche?. Su primo es un monstruo!. Y si le pasa algo, si tiene alguna necesidad?
-No a mi nunca me pasa nada podque soy fuedte!. Y si tengo que hacé pipí o popó, mi pdimo me dice que haga en la´ maceta, así de paso le abono la´ pdanta.
-Que bestia ese primo!. Como maltrata a este pobre hombre!- Dice mi esposa, y finalmente, de pena, acepta la oferta del abono para ayudarlo.
-Tome, acá tiene los 3 pesos adelantados, y acuérdese de traerme mis flores todos los días.

Así de simple apareció, no sabemos de donde salió, pero se quedó en nuestra vida para siempre.

1 comentario:

  1. jejeje, me gustó el cuento, es como la vida misma, siempre aparece algún "segundo" para quedarse el "primero"

    Siames

    ResponderEliminar